Hablar es conocer, conocer es querer. Cada vez que vuelvo de un campeonato hay una parte periférica de la regata que adoro y valoro; Conversar con los regatistas, algunos ya amigos, otros conocidos, otros tan solo recordados de otras regatas, extranjeros, o de otros clubes… de cada una de esas conversaciones descubres nuevos matices de gente que ya creias conocer, y empiezas a conocer a regatistas que aunque compañeros en muchas regatas nunca has tenido la oportunidad de una conversación más allá del hola y el adios, o del «¿que tal te fue?». Tiempos de espera en el mar, en tierra o en la cenas sociales son en cierta manera regatas en las que el triunfo es acercarnos más a los compañeros de aficción. Desmitificas, anulas prejuicios y aprendes a acercarte a regatistas que antes eran tan solo una cara, y tras el campeonato son ya un nombre, con familia, trabajo, circunstancias y valores.
Esta Europa Cup de Calella, ha sido una regata para el recuerdo de Pitus. Seguro que todos nosotros hemos puesto su nombre a algún momento de este campeonato.
Y ahora me preguntaréis si voy a hablar de la regata. Pues sí. Voy a hablar de «mi regata» que es la única que yo he hecho. Cada uno a hecho la suya, pero espero que leer la mía os sirva para que, aun con el recuerdo fresco, podáis hacer una lectura de la vuestra. Lo normal es acabar la regata, cargar el barco e irse y aunque seguramente habremos hablado de los roles, de como se había desarrollado la regata, o de incidentes concretos entre regatistas, nos dejamos pendiente hacer una lectura tranquila e interior de lo que ha ido bien y lo que ha ido mal.
Creo que ha sido un Cto. justo en los resultados, y ha premiado a quienes han peleado estos ultimos meses en mejorar. Desde aquí mis felicitaciones a Carlos Echávarri y a Miguel Noguer que se han mostrado intratables, y no han fallado y han desmostrado una confianza en si mismos brutal. Lo mismo en radial a Oriol Cornudella y a Xavi Boluda que han peleado hasta el final por el triunfo.
Yo hace dos semanas tuve un lumbago durilllo, el segundo de mi vida en 8 meses. Más alla de pasar una semana mal y aparte de un posible bajón de rendimiento físico, lo peor es llegar a la regata usándolo como disculpa. Psicológicamente es entrar mal. Tendría que haberle dado la vuelta. Intentar que un incidente de este tipo se convierta en un situación para encarar la regata de otra manera. Por ejemplo decirme a mi mismo. «Bueno seguramente no estarás tan en forma y quizás te vuelva el dolor, pero intenta navegar menos con el cuerpo y más con la caña. Tendrás que usar más la cabeza. Tendrás que arriesgar más en salidas. Haz las popas sin remar tanto dejando que el barco vaya más suelto.» Esta conversación me habría beneficiado y me habría estimulado. En lugar de eso lo vendí como disculpa y esa disculpa pesa en la salida más que el propio lumbago. Lección aprendida.
Fueron cuatro regatas de patrón similar, donde el lado derecho y un poco pasado de boya nunca perjudicó. El primer día encaré las salidas para posicionarme el primero dejando en segundo plano lo del lado derecho que además ya sabía por la regata de entreno. Funcionó a medias porque tampoco tuve velocidad. Las otras dos salidas las encaré con otra táctica que fue salir por el comité aunque no saliera primero, y fue incluso peor que el primer día. A posteriori creo que las salidas las debería haber encarado con más inteligencia. Todo el proceso de coger enfilaciones y buscar el lado favorecido lo trabajé a la perfección, pero me olvide de los contrarios, y en una regata donde el posicionamiento de la primera ceñida es tan importante, tomar posiciones respecto a los barcos teoricamente más fuertes habría sido una buena táctica. Segunda lección aprendida.
Estoy contento con el desarrollo de las regatas, y creo que luché con lo que tenía y arriesgué en un par de regatas, pero de forma prudente y midiendo lo que podía perder y ganar. Pero no me sentí rápido en ningún momento, con condiciones donde todos podíamos llevar el barco al 100%. Me he dado cuenta que cabalgué un caballo al que no cuidé: no lo lavé (y le hubiera venido bien a él y a mí), tenía que haber puesto marcas en reglajes (lo hice el segundo día), la vela está cascada, y realmente necesito una nueva, y también quizás una punta. Necesito cogerle de nuevo cariño al barco y eso se hace como con las mujeres con regalos. Le haré una vela y una punta de regalo y empezaré a hablarle de nuevo. Tercera lección aprendida.
También hay partes positivas. Me puse metas realistas antes de llegar que era estar entre los 5 primeros que era factible pese a acabar entre los 10. Navegué tranquilo. LLevé acuarius y algo de comida en el barco, algo que nunca hago y me fue muy bien. El gorro no lo llevé y fue un error, y la ropa nueva me ha ido bien. Creo que hay que hacer antes de la regata una lista de cosas, porque son muchos detalles los que hacen que una regata funcione al 100%.
Espero no haberos aburrido y deseo que tras leer esto os toméis 5 minutos en que penséis y escribáis de manera general que habéis hecho bien y que mal, más allá de la virada mal hecha sino en aspectos de preparación, ilusión, planteamientos, tácticas, etc. También quiero felicitar a todos los podiums y particularmente a las dos mujeres presentes en la regata, una lección de romper barreras a la que damos poca importancia y es para hacerles una ola. WEB CVC
Por cierto si queréis ver fotos de la pasada regata del estartit están en aquí en facebook. Creo que necesitáis una cuenta para verlas. saludos